Redacción
Los juicios contra los funcionarios involucrados en la creación de la Línea Dorada fueron una caza de brujas que realizó un grupo de políticos, encabezados por Miguel Ángel Mancera, que buscaban llegar al poder en 2018, declaró Fernando Coca Meneses en la presentación en línea de su libro “Línea Dorada, los lobos al acecho”, una investigación periodística que le tomó varios años.
La Línea Dorada es una de las líneas más recientes del Sistema de Transporte Colectivo de Ciudad de México (Metro), la cual fue construida a finales de la administración de Marcelo Ebrard y que fue recibida como nueva por la administración de Miguel Ángel Mancera, que fue en la que surgió la caza de brujas contra sus constructores originales.
Carlos Arredondo, el presentador del libro en la página Mesa Reservada, comentó que cuando inició dicha investigación Marcelo Ebrard, quien ahora es canciller de la República, justo se encontraba en Culiacán en una charla en la Torre Académica con jóvenes estudiantes.
“De pronto se le vio un poco nervioso, pero no perdió el temple. Nosotros nos enteramos hasta ya que terminó el evento. Debido a esas acusaciones se inhabilitó a mucha gente y otros fueron perseguidos públicamente”, comentó Arredondo.
Coca Meneses, por su parte, comentó que él durante mucho tiempo trabajó en el Metro de Ciudad de México, al igual que posteriormente lo ha hecho en varios periódicos, y que la Línea Dorada, o Línea Doce, tenía un significado especial porque partía de las alcaldías más pobres como Tláhuac e Iztapalapa, hasta llegar a uno de los puntos más desarrollados como es la alcaldía Benito Juárez.
“Es decir, la Línea Doce conectaba la zona más pobre con la más rica de la Ciudad de México. Entonces, nace la inquietud de preguntarle a mis compañeros de trabajo qué ocurrió en la línea doce, y me dijeron que no había mucho qué hacer con ella. Me hablaron de la línea a, que es igual, y que también consiste en rieles de acero impulsados por electricidad. Después dijeron que el proyecto no era el adecuado para la zona, y después dijeron que había un desgaste ondulatorio, y que por eso se cerró”, comentó Coca Meneses.
Dicho desgaste es en el riel, situación que ocurre en cualquier tipo de vía cuando no se le da mantenimiento constante. Pero ese fue el asunto del que la administración de Mancera se agarró para perseguir a la de Ebrard: “ahí fue cuando dijeron que se ponía en riesgo la vida de los cuatrocientos mil usuarios de la vida dorada”.
Sin embargo, Coca Meneses empezó a preguntar con ex funcionarios del Metro y de sus oficinas, hasta con dirigentes del sindicato, todos dijeron que existía una exageración del año para cerrar la Linea 12. Luego continuó con una recolección de documentos para ver qué se estaba diciendo a medios de documentación.
“No era compatible lo que se tenía como información, y lo que había realmente en la línea. Así que fueron cinco años de recopilar información publicada, información recopilada, y la información de qué estaba ocurriendo en los juzgados. Nunca se comprobó que se ponía en riesgo la vida de las personas, ya que jamás se pudo explicar fehacientemente por qué se denunció a tantas personas, que perdieron cinco años de su vida, en casos que se fueron cayendo poco a poco y hoy todos están exonerados de lo que se les acusó”, mencionó.
Entonces la intención era descarrilar el proyecto político de Marcelo Ebrard, y, de fondo, al de Andrés Manuel López Obrador. El asunto fue una trama política que fue orquestada por un grupo de políticos que querían llegar a dirigir el país y que se aprovecharon de la investigación sobre la Casa Blanca, en la que mencionaron que fue Marcelo Ebrard quien dio el dato, para aprovechar las estructuras federales e iniciar una casa de brujas sobre algo que no estaba mal.
“La Línea Dorada, en realidad, es un orgullo de ingeniería mexicana que no tuvo mantenimiento. Por otro lado, el gobierno de Miguel Ángel Mancera debió haber inabilitado a la empresa constructora, cosa que tampoco ocurrió y, con los años, todos los involucrados han podido ganar los juicios y recibir disculpas públicas”, mencionó Coca Meneses para concluir.