Por Sergio Ceyca
Hace dos semanas, la ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia ‘Emilio Carballido‘, Teresa Díaz del Guante, denunció de plagio a Oscar Paúl Castro Montes, jefe del departamento de Literatura del Instituto Sinaloense de Cultura. Este fin de semana, Castro publicó un comunicado donde ofreció disculpas tanto a la afectada como al grupo de buscadoras de desaparecidos, las Sabuesas Guerreras.
El trabajo de la dramaturga fue galardonado por el Fondo Nacional de Creadores de Arte y el premio nacional de dramaturgia Emilio Carbollido 2019. Del mismo modo, está seleccionada para ser parte del Women Playwrigths International, a realizarse en Montreal, Canadá, en 2021.
Teresa Díaz del Guante explicó, en una primera publicación, que ella entregó para su corrección de estilo a Castro Montes las obras de teatro “Sabueso”, “Monstruo Bajo Tierra” y “Aroma”, por la cuál se le otorgó un montó económico para realizar la transacción.
En el trabajo de Castro Montes, Díaz del Guante encontró la replica de un estilo y de una técnica dramatúrgica, además del abordaje de ciertos temas como el de las desapariciones forzadas, información que le fue entregada a Díaz del Guante por las integrantes de Sabuesas Guerreras, una colectiva de búsqueda de desaparecidos de Sinaloa.
Días después, Oscar Paúl Castro le pidió a Teresa Díaz del Guante que le revisara una obra de teatro que estaba escribiendo llamada “Toto y L@s Sabueso”.
En diversas ocasiones, Díaz del Guante argumentó que cuando empezó a leer la obra y a cotejar con su propio trabajo es cuando se dio cuenta que la primer parte de la obra tiene sobradas referencias con un texto que no es del tema de la desaparición forzada, el cual se llama “Tres veces la luna”. Posteriormente, en un video ha explicado detalle por detalle las similitudes.
“Él Escribió una obra a partir de la obra que se le dio para ser corregida. Agarró obras ya construidas donde había una serie de construcciones poéticas y escénicas (de Sabueso y Monstruo Bajo Tierra). Agarró las piezas que le funcionaron para construir otra cosa. Dónde está el respeto al trabajo de la creación”
Asimismo, señala que Castro Montes se valió de un trabajo que ha ganado premios nacionales y será presentada internacionalmente para escribir su propio trabajo: “No puedes tomar, no puedes valerte de la confianza que alguien te da para escribir una obra del mismo tema”, manifestó.
En aquel momento el fin de semana del 27 de junio, Oscar Paul Castro respondió con desdén que se había “inspirado” en la obra que se le dio para corregir para crear la suya: “En la última parte de mi obra es la que causa incomodidad a Teresa porque en ella retomo elementos que ella utiliza en su trabajo. Básicamente el concepto de ‘Aroma’ y el de ‘Herramienta’ cuyos significados explico en una acotación. Ahora ella me señala como un ser vil que después de corregir cuatro de sus obras decidí plagiar, saquear y, sin escrúpulos colgarme de su trayectoria literaria”, escribió.
Su trabajo es malo, según sus propias palabras, y quizás no ganará premios ni llegará a ser montada nunca: “Por supuesto que decidir escribir una obra sobre desapariciones, violencia, crimen organizado, pederastia, que son algunos temas que ahí aparecen, tienen que ver con la lectura de las obras de Teresa, tan es así que yo mismo le mandé la obra”.
Ante estas acusaciones, Díaz del Guante insistió que “jamás dije que el tema me pertenece, lo que me pertenece es mi trabajo y mi investigación. Siempre dije que los temas son de todos, pero tienen que engordar esa idea para disminuir la ética del corrector”.
Teresa Díaz del Guante estuvo reclamando a los funcionarios responsables del Instituto Sinaloense de Cultura, en este caso Jesús Ramón Ibarra, director de literatura, y Papík Ramírez Bernal, director del instituto, quienes acordaron con ella que Oscar Paúl Castro realizaría una disculpa pública por la situación.
Esta fue publicada el viernes 3 de julio, en la cuenta personal del funcionario. En ese momento, Díaz del Guante reclamó que la disculpa pública no fuera publicada en las redes de la institución, como se acordó. Posteriormente, el sábado 4 de julio, fue subida a la cuenta oficial de Facebook de la institución cultural.
“Ayer leí la disculpa pública de Paúl, y me daba cierta sensación de cierre, de acuerdo. Debo decir que yo solicité esa disculpa y aunque di los términos, y tenía como comprobarlos, nunca se me pidió comprobar, lo atribuí al respeto a mi trabajo. La acepté así, incompleta, porque esto ya me rebasa, la disculpa debió de ser formal y en algún portal de ISIC. Hoy entiendo que no querían escarbar mucho. Paúl la publica en su muro, y aquello se dispara como una publicación dónde la víctima es él. Debo decir, que la disculpa no abarca todo lo que debió, que por principio la obra no debió de haber existido, y ahora más que falto de ética, es una persona que juega sucio, al dejarme ver como una persona que se apodera de un tema, dicho sea de paso, no soy el único creador escénico culichi que tiene propuestas acerca de la desaparición forzada”, argumentó la dramaturga.
Señaló que ella puede comprobar los argumentos realizados contra Castro Montes, y reclamó que es una vergüenza que un funcionario estatal de cultura le haga ver como una creadora que se apodera de un tema y le hace la vida imposible, cuando sabe bien desde la ética del corrector de estilo, que el trabajo de Castro Montes no debió existir.
Luego celebró no pertenecer a las filas de “Literatura Sinaloa”, que es como se autodenomina el departamento de literatura del Instituto Sinaloense de Cultura en Redes Sociales.
Ni Jesús Ramón Ibarra ni Papik Ramírez, director del ISIC han hecho un posicionamiento público al respecto.
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