Contra la pared
LE QUEDA poco agua al bule y por lo que anuncian las vísperas, un buen número de diputados locales se sienten héroes que merecen un obligado homenaje. Cerca de concluir su “agobiante y extenuante” tarea legislativa, los integrantes de la LX legislatura del estado se notan ávidos de que se les reconozca su tarea, así sea que desde hace rato se les haya calificado como una de las legislaturas más mediocres en la historia de Sinaloa, que ya es mucho decir.
Lo anterior no es gratuito. El solo hecho de que mencionen al panalista Manuel Cárdenas Fonseca como entre lo más “notable” en estos casi tres años, dan buena cuenta de lo que ha sido este grupo de legisladoras y legisladores. El “Cacho” enseñó que como columnista es buen legislador… y viceversa.
Y muchos de estos incansables representantes populares andan desatados desde hace rato en aras de cambiar “dieta” por salarios como alcaldes o alcaldesas, sin importarles que muchos municipios están en bancarrota.
Concluirá su período, se autofestejarán con mariachi y flores y su recuerdo “quedará por siempre”. Tan, tan…
“¿YA FUE TODO?” se preguntan los que vieron como la sacudida de mata que dio Malova a su gabinete consistió en dejar que se fuera Oralia Rice de Turismo y que llegara en su lugar Francisco Córdova Celaya, apenas antes el mero-mero de la Secretaría de Seguridad Pública.
Y es que algunos esperaban cambios en cascada, abarcando varias secretarías, pero se quedaron con las ganas. Bueno, a no ser que esto de los movimientos vaya en capítulos y dependiendo de algunos aspectos como renuncias previas a “destapes” para buscar candidaturas.
Por cierto, la salida de Eduardo Ortiz en Desarrollo Económico parece más cantada que el Ave María. Que buscará ser el gallo del PAN para la alcaldía de Culiacán, dicen.
SE CIMBRARON algunos cuando se enteraron de que en lugar de Córdova Celaya entró Genaro García… Castro. Y es que no faltaron los que se fueron con la finta y creyeron que se trataba de Genaro García Luna, el mandón de la Policía Federal en el sexenio calderonista.
SOMBRERAZOS ELEGANTES en la disputa por la candidatura a la presidencia municipal de Culiacán, en donde ya surgió el primer intercambio verbal entre los dos de los suspirantes. Cuestión de que el diputado (federal) Sergio Torres anunciara que la quiere, para que el diputado (local) Cenovio Ruiz le mandara un “tate quieto” con su declaración de “la juventud le gana a determinados compañeros”.
Lo elegante vino en la respuesta de Torres con su “tengo los mismos años que Peña Nieto”, que sustituyeron el eventual “aquí no mandan los rucos” que pudo haberle aplicado a Cenovio.
Ahora que lo bueno sería que ambos repensaran bien las cosas y pudieran decirle a la gente en qué basan sus aspiraciones. Porque de méritos, lo que se dicen méritos, no andan muy sobrados.
Y MIENTRAS que en Ahome, Guasave y Culiacán se están dando con todo en pos de las candidaturas, en Mazatlán parece haber aguas mansas. No hay muchos que quieran sacar la cabeza, sobre todo porque en ese municipio, electoralmente hablando, nunca se sabe nada de antemano.
En los corrillos, cafés y mentideros políticos (que suelen ser lo mismo), se comenta que Malova pudiera simpatizar con la candidatura de una mujer para que busque la alcaldía por el PRI y la fémina en cuestión es nada menos que Margarita Villaescusa, la exsenadora de la República por obra y gracia de haber sido suplente del propio Malova en la anterior legislatura federal.
Para quienes ven los toros desde la barrera la cosa es sencilla: “el que sea, del partido que sea… total, el Diablo no se puede reelegir”.
EN AGUAS REVUELTAS los mitotes se ponen de moda. Nos topamos con la versión de que entre los muchísimos que se han apuntado para que les toque una delegación federal en Sinaloa está nada menos que Rafael Oceguera, de quien poco se ha sabido desde hace dos años.
DICEN QUE MUY a su estilo de “ajonjolí de todos los moles”, Oceguera Ramos ha estado tocando puertas para que le toque un número premiado en la lotería de delegaciones. No estaría mal que regresara, dicen sus malquerientes, capaz y aprovecha para aclarar algunos puntos que dejó a oscuras durante los años en que despachó en el tercer piso de la Unidad Administrativa. (¿Acaso las 30 pantallas de plasma que se obsequiaron a favoritos y favoritas? ¿Acaso el desmantelamiento de la cocina industrial del despacho del gobernador?…)
!Aguas, pues! Las paredes oyen… y hablan.
Por Yosef Mendel
(Columna institucional)