La Atarraya

(Opinión)

Por El Tejedor

Habiendo muchos candidatos con capacidad probada, con buenas credenciales, libres de escándalos, con trabajo de campo y de grandes habilidades políticas, ¿por qué tenía que ser Juan de Dios Gámez el indicado para la Presidencia de Culiacán? ¿Por qué es joven? ¿Entonces Culiacán necesita un alcalde joven? Ya tuvimos uno, Chuy Valdez y con una carrera política bastante amplia para su edad, pero terminamos cambiándolo por Jesús  Estrada Ferreiro, un alcalde viejo, “de mal trato y malas formas, grosero y obcecado”, citando al propio gobernador Rocha.

¿Por qué hay que dar un cheque en blanco a Juan de Dios Gámez Mendívil?

Su experiencia laboral prueba que siempre ha estado bajo la protección del gobernador Rocha en los diferentes trabajos en los que ha sido funcionario público, ¿qué podemos esperar entonces del alcalde?, que cuantas veces se equivoque Juanito  o  se le antoje algo, siempre estará la mano fuerte  del gobernador para protegerle, disculparle y por supuesto ayudarle, todo esto  con su respectivo cargo al erario.

Todos sabíamos que cualquier sustituto de Estrada iba a venir ungido por el gobernador y éste sería totalmente dócil, sumiso  y obediente al Tercer Piso, nadie es tan inocente para no ver lo aceitada que funciona la maquinaria del Estado cuando tiene que limpiar la casa, ¿entonces si cualquiera que fuese el candidato seria plenamente un testaferro del gobernador porque puso a su ahijado?

Porque puede, porque las condiciones políticas se han dado para que con todo el cinismo del mundo y el poder en la mano, se pueda controlar absolutamente todo, con la autoridad de poner a quien se les antoje o quitarlo si es necesario, no me mal interprete en esto último, pues Estrada Ferreiro generó todas las condiciones para su salida, eso lo sabíamos  desde que el presidente Andrés Manuel no le permitió la entrada a la mesa de seguridad, lo que llama la atención son las formas tan expeditas y agresivas con las que actúa el aparato y sus aliados  ¿o podríamos llamarlos “lacayos” al Congreso del Estado como les decía el ex presidente Estrada Ferreiro?, la unanimidad con la que lo desafueran  y al mismo tiempo imponen sin ningún recato , análisis o disculpa al ahijado del gobernador, concede algo de razón al polémico ex alcalde.

LA NUEVA SECRETARÍA

Gámez Mendívil llega en calidad de presidente, pero cumplirá más bien funciones de secretario resolviendo primero las agendas pendientes de las listas negras que dejó Estrada, después una agenda de relaciones públicas con los actores más representativos del municipio y por último, por supuestísimo con mucho  gusto vendrá una andanada de obras públicas adjudicadas a ya sabemos quién y todo esto será mediático, muy mediático, con un discurso como el que desde la presidencia de la república ha sido poético y romántico para con las clases más desprotegidas, en un juego de falsa austeridad, así como inició su mandato, arriba de un camión urbano que para él simboliza humildad y para quien los usamos un lugar tristemente célebre, pues para nosotros es el lugar donde acosan a las mujeres llegando incluso a apuñalarlas, donde nos han robado la quincena completa  y el celular, con un servicio por demás deficiente y denigrante para muchos ciudadanos.

Esto transitara sin mayor sobresalto,  el Arquitecto de aquí ya se puede ir a las grandes ligas si así le apetece a su padrino, en una carrera política por demás cómoda, y sin despeinarse un solo pelo se le acompañara con todo lo que implique, cubriéndolo con el manto sagrado de gobierno del estado, coordinado y dirigido con absoluta rigurosidad para dejar atrás la presidencia municipal y dar paso a que  se inicie con éxito la nueva Secretaria de Obras, Relaciones Públicas y Devolverle al Pueblo los Descuentos  de Culiacán.

P.D

¿No tendrá el  Sr. Gobernador  otro ahijado para la presidencia municipal de Mazatlán?