Columna Institucional
Parece que de un día para otro, la diputada de Morena, Almendra Negrete cobró relevancia más que por una propuesta que hiciera al interior del Congreso del Estado, por el tema de que ahora fue elegida como secretaria de la Diversidad Sexual del Comité Ejecutivo Nacional y que hay algunos que piden que se decida qué puesto ejercerá, lo que suena más bien a dónde va a cobrar.
El diputado Ambrosio Chávez, presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales y Gobernación, fue el primero en exigirle a la flamante diputada de la diversidad que solicitara licencia para dejar su curul, entendemos quizá que Negrete tiene un diferendo con Chávez pues quizá no lo deje transitar como quisiera en dicha Comisión. O a lo mejor piensa que se llevará mejor con quien ocupe la suplencia.
El caso es que en este mitote que generan los morenistas con apetitos de cargos, más poder y ganas de trabajar por la patria, ya se metió el presidente de la Junta de Coordinación Política, Feliciano Castro Meléndrez, quien dijo:
“La diputada Almendra estará en esa posición, porque yo no dudo de su capacidad, y la presencia de Almendra en el Comité Ejecutivo Nacional va a fortalecer los trabajos del grupo parlamentario y por ende del Congreso”.
Luego la susodicha al ser cuestionada, dijo que se reservaría la declaración en tanto resolviera el asunto de fondo. Enseguida la dirigente de Morena en Sinaloa, Merary Villegas Sánchez, como buen Perogrullo y sin habilidades propias en el uso del lenguaje, señaló:
“Ya hay un antecedente de nuestra secretaria, ya hay una reforma a los estatutos, la más indicada para hablarnos sobre ese tema es la propia diputada, seguramente se tocó el tema en el Comité Nacional porque no es solamente ella, sino que también tenemos una diputada federal, mi compañera Andrea Chávez, que quedó en la secretaría de Comunicación”, expresó, quien pidió licencia al Congreso, pero que sigue cobrando a través de interpósitas personas.
Lo cierto es que después de estos seis párrafos de columna, todavía nos preguntamos la relevancia útil en la vida pública de Sinaloa discutir si Almendra se queda de diputada, con sus jugosos emolumentos, si nomás se va al CEN, si estará en uno y en otro, si puede o no puede con las dos cosas. ¿Qué tanto le preocupa a Ambrosio y su pandilla?
Es justo a esta tesis a la que pretendíamos llegar: la irrelevancia del debate morenista en el Congreso local, ocupada la bancada de Morena en servir más a los designios del gobernador Rubén Rocha que atender a una agenda que le sirva a los sinaloenses. Podrán decir que sí trabajan, pero como oficialía de partes.
¿Qué sí trabajan? Que trabajen los asesores, sentenció una vez un diputado del PRI de hace un par de legislaturas, que perdido en el marasmo de la ignorancia legislativa, a toda pregunta que se le hacía, respondía que “ya lo asesores trabajan en eso”.
De nuestros legisladores y legisladoras esperamos más, no sólo denunciar en redes sociales nimiedades y sufrimientos de “Whitexicans” como lo hiciera Almendra hace unos meses, con indignada rabia, de que en aquel o tal hotel del lujo de la zona Dorada de Mazatlán, roban los videojuegos de las habitaciones. Esperemos que sí, denuncien con rabia la creciente violencia de género, la cifra negra de delitos, el sistema injusto en el que vivimos y que actúen en consecuencia. En fin. Cambiemos de tema.