Breve Invervalo
Rafael Báez
Vergüenza debería darle al presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, Basilio González Núñez, al señalar que fue un buen logro aprobar el aumento de 3.9 por ciento, o sea, 4 pesos para quedar en 80.04 pesos diarios a partir del primero de enero de 2017.
¿Cómo es posible que este espécimen de personas ocupen cargos tan relevantes e importantes? cuando señala semejante atrocidad, o se hace o no sabe de qué está hablando.
Ese miserable sueldo no alcanza para nada a los millones de trabajadores que se encuentran en pobreza extrema para poder alimentar a su familia, menos para pagar la vivienda, agua, luz, alimentos, educación, ropa y diferentes necesidades y compromisos que no pueden esperar.
Quien sabe en qué mundo vivirá este hombre que nunca dobló las manos antes los titulares de los diferentes medios de comunicación escritos y electrónicos, al hacer estas estúpidas declaraciones con una insensibilidad que dejó perplejo a los que lo escucharon. Es cierto, fue muy claro al decir “es mi trabajo”, vaya desfachatez.
“Que las resoluciones del Consejo de Representantes de Salarios Mínimos han contribuido a sentar las bases para un crecimiento sostenido de la economía con menores niveles de inflación”. Crecimiento sostenido de la economía, Válgame Dios.
Este tipo, (Basilio González) según analistas, columnistas y periodistas de los diferentes medios en el país, tiene un sueldo base de 17 mil 409 pesos y una compensación de 156 mil 027 pesos al mes, lo que da un total de 173 mil 436 pesos, pero a eso agréguele el beneficio de viáticos y otro tipo de canonjías.
Pero lo anterior no es todo, en algunas partes de un boletín que emitieron estos salvadores e la patria, señalan que “el propósito es hacer posible que se recupere el poder adquisitivo de los trabajadores asalariados que perciben un salario mínimo general, pero para que éste se cumpla no debe repercutirse en los precios de los bienes y servicios que consumen las familias en las que existe por lo menos un trabajador de salario mínimo general, por lo que se hace un atento exhorto a la industria, el comercio y los servicios a que apoyen el logro de este objetivo”.
¿Cúal logro?, ¿Cuál objetivo?. La desesperación hace delinquir a la gente porque tienen que llevar de comer a sus familias, comprar medicamentos a veces demasiados costosos, esto no es protagonismo sino una lastimosa realidad.
Aquí es donde el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto debe demostrar que en realidad está interesado en el bienestar de los millones de mexicanos que ganan el salario mínimo. Los empresarios dijeron que estaban de acuerdo en que se hiciera un buen incremento, entonces que espera, tiene en sus manos la gran oportunidad de redimirse con una gran parte del pueblo, no es pidiendo perdón como lo va a logar, sino con hechos y resultados. ¿Quiere heredarle Los Pinos a un miembro de su partido?, pues empiece a construir los cimientos para hacerlo. Su imagen está muy desgastada y deteriorada, ¿Cómo quiere pasar a la historia?, como un mal presidente o realizando acciones que se empiecen a reflejan en los bolsillos de los ciudadanos.
Un gobernante no está exento de cometer errores, es entendible, pero sus buenas obras son las que los enaltecen y por ello el pueblo es quien los califica.
A manera de reflexión estimado lector.