Por Rafael Báez
(Litos)
Personas cercanas al dirigente nacional de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, afirmaron que el ex jefe de gobierno del Distrito Federal y ex candidato a la presidencia de la república, siempre que se reúne en privado con sus más cercanos colaboradores, les pide que apaguen sus teléfonos celulares y les quiten la batería, esto con la finalidad de evitar “fuga de información”.
López Obrador no confía ni en su propia sombra, pero debe tener no una sino varias razones para hacer lo anterior, por supuesto que es uno de los hombres más importante en la política nacional y sabe de los riesgos a los que siempre se ha enfrentado, conoce a profundidad el sistema y a sus detractores y lo peor del caso es que en política no hay ética, ni honor, pero si muchos mercenarios que en su momento sacan provecho de la situación.
Pero en todas partes se cuecen habas, como el tan sonado caso de los diputados panistas “balconeados” con el famoso video de las teiboleras, donde no nada más fueron destituidos del cargo el coordinador y vice coordinador de la fracción de su partido en el Congreso de la Unión, Luis Alberto Villarreal García y Jorge Villalobos Seáñez, sino algo más grave todavía, el tremendo daño que les causaron a sus familias, quienes son los menos culpables del error cometido por los legisladores.
Me queda muy claro que el video salió de los mismos asistentes, no fue externo, era una fiesta privada, por lo tanto no hay que quebrarse mucho la cabeza en el sentido que fue filmado por alguna fuente cercana a ellos. Villarreal García y Villalobos Seañez saben quién los traicionó. Por supuesto que no se van a quedar con los brazos cruzados.
Los especialistas en temas políticos constantemente señalan que no nada más los grandes partidos utilizan estos métodos, que incluso hasta un ciudadano común lo puede hacer porque no está regulado. Que la situación es tal que la realidad supera la ficción.
Cuál es el objetivo?, ¡las vulnerabilidades!, destrozar la imagen pública del contrario sin importar el costo, o el dicho que dice “el fin justifica los medios”…y entonces donde quedan los supuestos pactos de respeto, de no agresión, de caballerosidad que en cada proceso electoral hasta se firman, el dicho es una cosa y los hechos otra.
La vida personal de cada quien debe de respetarse siempre y cuando no afecte a terceros, lo importante es su vida laboral y profesional y en lo que contribuyen al bienestar de la sociedad y a una imagen de admiración y respeto bien ganada. Ojalá llegue el momento en que los procesos electorales se realicen con respeto, con limpieza, que en lugar de sacar los trapitos sucios a la luz, mejor se conviertan en plataformas de proyectos importantes que tanto necesita la sociedad…y cumplirlos.
Por supuesto que todos pensamos de diferentes maneras para bien o para mal, si se habla del PRI algunos dicen que es un partido de corrupción, si es del PAN, que es un partido de persignados y que hablan de moralidad pero no la ejercen pero que finalmente no hay diferencia con el PRI y si se habla del PRD, que son puros mercenarios….o sea, para todos hay.
Lo cierto es que en todos los partidos si hay gente honesta, con principios, con la camiseta bien puesta, que si buscan el bienestar del pueblo, pero desgraciadamente hay otra parte de sus integrantes que en lo único que piensan es en cómo llegar a las dirigencias o a los puestos de elección popular para enriquecerse…o para cobrársela a quienes tuvieron la desgracia de atravesarse en sus caminos.