¿Podrá la mazatleca con el paquete del nuevo Congreso?
Columna Institucional
GIRÓ LA TÓMBOLA y resultó que fue Irma Tirado la ganadora: ella será la próxima coordinadora de la conspicua fracción parlamentaria del PRI, primera fuerza política del estado y en consecuencia, operadora del gobernador Quirino Ordaz en el “H” Congreso del Estado.
No sabemos si los panegiristas de Tirado hablarán de su “gran experiencia” en las lides legislativas o si la querrán vestir de “charro” con tal se mostrarla como un gran acierto de Quirino pero lo que sí es que no resistirá la mínima comparación con lo hecho hasta hoy por Jesús Enrique Hernández Chávez. El célebre “Chuquiqui” por lo menos ha sacado agua de las piedras.
Y con esto nos referimos a que Tirado Sandoval no tendrá a su cargo un “rebaño” que se preste a hacer florituras, la verdad es que le tocó una generación con la que poco se podrá lucir.
MUCHOS SON LOS
Que atribuyen a la futura “pastora” priista condición de integrante del grupo de Jesús Aguilar Padilla aunque según las reflexiones que hizo El Debate en su edición del 5 de septiembre, el nombramiento-designación podría venir como recompensa por haberse sumado a la candidatura a diputado federal del propio Quirino aún y que ella parecía ser la indicada.
Tamaña muestra de lealtad no pasó desapercibida además de que como en todo esto subyace el maridaje PRI-PVEM, las negociaciones caminaron sobre los rieles del “te doy, me das”.
Además de manejar los dineros y recursos que le asignen al PRI, que no son poca cosa, lo suyo será arriar a una fracción en donde no sobran los talentos. Que si la apuesta está en Víctor Godoy, Aarón Rivas e Irma Moreno, más vale que Tirado vaya pidiendo citas con algún especialista en tranquilidad emocional.
POR CIERTO
Y pensando por adelantado, se podría suponer que fieles a la costumbre, recién termine el sexenio de MALOVA, el PAS de Melesio Cuén y lo que reste del PAN se irán en contra del gobierno saliente y pidan auditorías, rendición de cuentas y culpen hasta de la muerte de Kennedy al que se irá.
La clave de este ejercicio estará en lo sólido que hayan quedado los lazos entre los que se van y los que se quedan. Si la instrucción de Quirino es defender al gobierno saliente a como sea, todo quedará en pataleo y los berrinches de siempre. No se ve que haya voluntad por atender casos que por ahora pululan en el “sospechosismo”.
Dicen que nadie de la administración actual se quedará con Quirino aunque dos que tres interesados tratan de convencer que quien resistirá la prueba del ácido será nada menos que Gerardo Vargas, esto por aquello de que hará la pausa para esperar desde un puesto “clave” la nominación a una senaduría o a una diputación federal en 2018.
Lo que aún se espera es que además de las intenciones, den la supuesta lista de méritos.
OTRO AL QUE
Se le daban posibilidades de quedarse en el gabinete de Quirino era a Juan Ernesto Millán, éste al menos con la supuesta fuerza que le otorga ser hijo de quien es hijo, que no por otra cosa.
Curioso es que a nadie del equipo de MALOVA se le esté otorgando una buena calificación, que a ninguno de los secretarios de despacho se les otorgue un (digamos) reconocimiento por su labor y que la gran mayoría estén saliendo casi por la puerta de atrás.
En el caso de Millán Pietsch, colocado en Sedeshu, lo más recordado será que manejó un poco más de presupuesto que sus homólogos y que derivó en lo personal (creemos) en varios patrocinios a ligas y clubes deportivos.
Por lo demás y hablando por los demás, todos a casa después de haber servido a Sinaloa.
LE LEVANTÓ EL TAPETE
Rafael Báez al tema de la casa de gobierno y al presunto diferendo que podría existir entre los gobiernos entrantes y salientes sobre el tema. Como para película, “¿Y dónde dormirá el gobernador?”.
La cosa está en que gastar (no invertir) cinco millones de pesos en arreglar la casa que el último en usarla fue Aguilar Padilla parece un despropósito, sobre todo a la luz de que parece uno de esos casos en que se le mete dinero bueno al malo. No es tarea de un gobierno andar reparando casas propias y menos si a la de la colonia Guadalupe le dejó algo con vida Rafael Oceguera Ramos, que dicen que de Palacio de Gobierno se llevó media cocina industrial.
Tema de fondo sería saber si aún el gobierno del estado tiene propiedad sobre casas en Mazatlán y Altata, que de ser residencias “oficiales” pasaron a ser “leoneros” en los cuales muchos fueron los asuntos no oficiales ahí atendidos. Cuestión de tener buena memoria para acordarse de reuniones, citas, fiestas y anexas en las cuales lo menos que se hizo fue atender asuntos de alto interés para Sinaloa.
Procede entonces que uno de los temas primeros que aborde Quirino, mientras renta un multifamiliar del Infonavit, sea aclarar a los sinaloenses el status de las propiedades inmobiliarias del estado. Porque eso, ni modo de pedírselo a Irma Tirado.
OTRO TEMA
Que surgirá tarde que temprano es el número de obras realizadas por el gobierno de Mario López Valdez, sí, pero que están en espera de poder ser operadas. Ya surge en la opinión pública la idea de ser “elefantes blancos” y como buen ejemplo ponen el complejo donde residen el museo y la academia de beisbol.
Mucha inauguración, invitados de lujo, pompa y circunstancia pero a meses de que se cortó el listón no hay visos de que se pongan en marcha estas obras que en honor a la verdad, son para admirarse.
Si el paquete se lo dejan al próximo gobierno, la cosa sería preguntar ¿cómo le van a hacer? La carga financiera no es poca y el riesgo de dejar en la orfandad al museo y a la academia es muy alto. A menos, claro, que se quiera subrogar la operación de las instalaciones a un privado. ¿Y si Quirito se la ofrece a ferreterías MALOVA?