Nueva Alianza, un pasado de traiciones, deslealtades y corrupción

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Breve Intervalo

 

Rafael Báez

 

 

Este viernes por la noche y sin mucho aspaviento, de manera repentina se realizó el cambio de la dirigencia estatal del PANAL, la cual estaba a cargo del actual diputado local Crecenciano Espericueta Rodríguez, quien en dos ocasiones ha sido presidente del partido y políticamente de los pocos sobrevivientes de los líderes magisteriales de la Sección 27 del SNTE.

Es de la “horneada” de secretarios generales que inició con Feliciano García Peraza (ya jubilado), con una decepción tal por la traición y el trato del que según sus propias palabras fue objeto y que en este momento no viene al caso hacer una relatoría de ello.

Caso similar  al que le sucedió a uno de los dirigentes más sobresalientes que logró tener el SNTE 27, José Mendívil Zazueta, el “Chino Mendívil”, quien vivió una situación semejante, nada más que él no se anduvo por la ramas para decirlo,  con razón o sin razón de que fue traicionado, cierto o no, solo ellos lo saben.

La historia los juzgará. El PANAL brilló con luz propia y tuvo su época dorada cuando lo fundó la ex líder moral profesora Elba Esther Gordillo Morales, caída en desgracia, quien hizo y deshizo con el SNTE y el partido por sus desmedidas ambiciones, creaba líderes de la noche a la mañana, algunos sobrevivieron y otros cayeron en desgracia, hasta que su ciclo acabó con los resultados ya conocidos.

Encarcelada por el sistema por querer enfrentarse a éste a pesar de que ahí nació. Terminó su emporio y muchos de quienes le juraron lealtad hoy son sus más acérrimos enemigos.

Sinaloa no es la excepción. Pero nace un nuevo mesías en la persona de Juan Díaz de la Torre y por arte de magia, el nombre de Elba Esther Gordillo desaparece de sus bocas, al grado de ser una blasfemia pronunciarla porque ya no les reditúa el poder y los beneficios a los que estaban acostumbrados, “Ha muerto el Rey, viva el Rey”, así de sencillo, sin más preámbulos.

Respecto al PANAL, está estrenando nueva directiva, se hizo una limpia completa, presuntamente para rescatar lo que queda, tarea muy difícil pero no imposible ¿quiénes son sus nuevos dirigentes?

En la presidencia estatal nombran al profesor Jaime Valdez Juárez, eterno aspirante a la secretaría general del SNTE 27, líder desde siempre al interior de la Sección de un reducido grupo conocido como “Grupo Guasave” bajo la tutela del actual Senador de la República Manuel Cárdenas Fonseca, ex diputado local anteriormente por Nueva Alianza, ya que el “Cacho” Cárdenas era el suplente de Mónica Arreola, desafortunadamente fallecida, una de las dos hija de Elba Esther Gordillo.

Este grupo siempre se ha distinguido por su “institucionalidad a la Dirección Nacional del SNTE”, llámese primero Elba Esther Gordillo y ahora Juan Díaz de la Torre, pero algunos enjundiosos los denominan como “Grupo Los Mercenarios”, quien sabe porqué.

Jaime Valdez es un hombre astuto, hábil, a ver qué pasa. La Secretaría del partido quedó en manos de José Antonio Zavala Parra, del grupo de Espericueta Rodríguez, buen tipo, agradable pero con una imagen muy desgastada. Ha sido 3 veces candidato a diputado federal por el PANAL en Ahome. Ya se la debían.

No te acabes compadre. Joaquín Murillo Salas llegó también como coordinador ejecutivo político electoral, sí cuenta con perfil para el puesto, sin embargo es conocido como una persona controvertida, protagónica, ex aspirante a la secretaría general de la Sección 27, no lo dejaron llegar, se aceleró antes de tiempo, no cuidó las formas, su jefe político es o era Feliciano García Peraza debido a que tuvo un conflicto con el ex coordinador de su grupo en ese tiempo, el ex secretario general Jaime Quiñónez Muñoz, incluso en campaña por la dirigencia del SNTE 27, en las redes sociales salió a relucir de manera anónima como ya es costumbre, una conversación telefónica de Murillo Salas con Feliciano García donde comenta de Quiñónez Muñoz algunas irregularidades que éste cometió como secretario general, señalamientos que generaron mucho ruido, pero finalmente ambos se reunieron y fumaron la pipa de la paz.

No duró mucho la reconciliación porque volvieron a tronar, ya que Murillo Salas solicitaba como puesto de consolación cuando menos una regiduría en el Ayuntamiento de Culiacán y no llegó porque se le atravesó en el camino Jaime Quiñónez y le come el mandado, quien en otro tiempo fuera su entrañable amigo, lo bueno es que al parecer no son compadres sino imagínese usted.

Por el bien de todos ojalá y no les quede grande el saco y hagan un buen papel en sus nuevas responsabilidades, que integren un buen equipo de trabajo aunque algunos de ellos no se soporten, que lo hagan por el bien del partido que mucha falta le hace.

 

           

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