De los tres generales con mando de tropa en Sinaloa, Pedro Felipe Gurrola Ramírez destaca por su trayectoria en el combate al narcotráfico desde principios de los años 90, cuando fue subjefe del Estado Mayor de la Fuerza de Tarea Marte XXI en la sierra de Badiraguato. Allá en las montañas se formó, siempre al mano de comandos de las Fuerzas Especiales, y no es para menos, el general es uno de los egresados del Fuerte Benning, la escuela militar gringa por antonomasia, actualmente sede de la Escuela de las Américas, esa “fábrica de dictadores y asesinos”, como la denunciaron organismos internacionales.
Culiacán, Sin.- La madrugada del 24 de noviembre de 2012 en que la milicia evadió el cerco de seguridad para tenderle una trampa a Orso Iván Gastélum Cruz, el Cholo, y su gente, acantonada en una fortaleza en la comunidad de Caitime, Salvador Alvarado, fueron las Fuerzas Especiales bajo el mando del general de Brigada Pedro Felipe Gurrola Ramírez las que contraatacaron.
De acuerdo con los partes informativos del Ejército, entregados a la Procuraduría General de la República, un grupo de esta fuerza élite apoyó a la tropa militar en las tareas de inteligencia que condujeron a la madriguera donde se encontraba el Cholo.
Tras todos los hechos ocurridos, ampliamente difundidos por la prensa, murió la ex concursante de Nuestra Belleza Sinaloa y Mujer Sinaloa 2012, María Susana Flores Gámez.
Pero fue hasta los primeros días de enero de este año cuando Guamúchil y otras ciudades de la zona centro norte amanecieron prácticamente tapizadas de narcomantas firmadas presuntamente por el Cholo Iván, convertido en testaferro del “Chapo” Guzmán en la región del Évora. En ellas acusaba al general Gurrola de estar comprado por el “Chapo” Isidro.
“Señor gobernador, porqué no pide que se investigue la muerte de María Susana Flores Gámez, que la mataron los soldados nada más porque venían y cuentan con la orden de matarme a mí y no pudieron y al general Gurrola, él está con el Chapo Isidro. Investiguen bien a ese general que es pagado por el Chapo Isidro”, señalaba uno de los mensajes.
Desde luego, la respuesta del gobernador Mario López Valdez fue de no poner atención en los mensajes, y por el contrario, lo que se investigaría sería la omisión de los policías que no se percataron de la puesta de las mantas en sitios públicos.
No es la primera vez que un mando castrense es acusado de vínculos con el narcotráfico. De uno y otro grupo han lanzado consignas similares y de acuerdo a su conveniencia. Un día señalan que el Ejército le hace el trabajo sucio al cártel de Sinaloa, otro a los Beltrán… la guerra en los medios.
El fugaz paso por la Novena Zona
Pedro Felipe ha sido uno de los generales que por menos tiempo han pasado por el mando de la Novena Zona Militar, pero que más tiempo ha estado en la sierra sinaloense.
Apenas duró 13 días en el cargo. El 17 de enero de 2012, tras asumir Moisés Melo García el mando de la Tercera Región Militar de Mazatlán, luego de alcanzar el grado de general de División, Gurrola Ramírez se hizo cargo del despacho, hasta que el 2 de febrero llegó Marco Antonio Covarrubias Aguilar.
Según el comunicado enviado a los medios, Gurrola Ramírez regresaba a la base de Badiraguato, donde ya estaba asignado al Operativo Sierra Madre, el cual fue echado a andar en enero del 2007, al poco tiempo de que el presidente Felipe Calderón declaró su guerra al narcotráfico.
En el fondo, el general de Brigada ha sido un hombre de bajo perfil en la zona serrana, pero con una trayectoria impecable y singular, con experiencia en los batallones de Fuerzas Especiales, en operativos antinarco y en la guerrilla del EZLN en Chiapas, por donde también pasó en los años posteriores al aplacamiento del movimiento zapatista.
Poco se sabía de su existencia en Sinaloa, pero ya los narcos tenían conocimiento de él y de sus actividades de inteligencia.
En septiembre del 2011 el semanario Ríodoce publicó que en Badiraguato estaba el general Antonio Gurrola Calzada, a quien le habían encomendado la tarea de dar con los líderes del cártel de Sinaloa, el Chapo y el Mayo Zambada.
Pero lo cierto es que Antonio Gurrola no es general sino Coronel de Infantería, y actualmente tiene el cargo de director de Seguridad y Servicios en la Dirección General de Industria Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Al parecer, quien siempre fue el general Gurrola al que le encargaron sitiar el Triángulo Dorado en busca de los jefes del narco es Pedro Felipe y no Antonio.
Un cadete muy precoz
Este general nació, según su hoja de servicios de la cual La Pared tiene una copia, el 25 de marzo de 1956 en El Salto, Durango.
En un par de meses más cumplirá 57 años de edad y 43 en el Ejército. Gurrola Ramírez entró muy joven a estudiar al Heroico Colegio Militar: tenía apenas 14 años cumplidos.
A los 18 años egresó como subteniente de zapadores, pero después de escalar varios grados, fue hasta noviembre de 1982, con 26 años de edad, en que logró obtener el grado de Capitán Primero y un año más tarde con carácter de Diplomado de Estado Mayor.
Pero años atrás, en 1977, en la presidencia de José López Portillo, acudió a las instalaciones del Fuerte Benning, en Georgia-Alabama, para hacer durante ese verano el curso Ranger, el cual consiste en un avanzado adiestramiento militar.
Dicho sitio es la sede actual de la Escuela de las Américas, antes ubicada en Panamá, y altamente cuestionada por haber sido campo de entrenamiento de los grandes dictadores latinoamericanos.
El Fuerte Bennig es la casa de la Escuela de Infantería del Ejército de los Estados Unidos, de los elementos del 75 Regimiento Ranger y de la Tercera Brigada de Combate Pesado de la Tercera División de Infantería.
De modo que entrenamiento no le falta al general.
Después, en 1983 estuvo en la Planta del Cuartel de la 25 Zona Militar y en la 30 Zona Militar, para más tarde pasar al Estado Mayor de la Cuarta Zona Militar.
Entrando los 90 tuvo una oportunidad de oro al ser enviado como agregado militar en Washintong, y fue a su regreso el 16 de junio de 1992 cuando se hizo cargo del Octavo Regimiento de la Primera Brigada de la Policía Militar como jefe del grupo de comando.
En realidad sería en la Policía Militar donde Gurrola Ramírez se forjaría como el experto general que es hoy en día.
Jefe de “gafes”
En abril de 1993 fue nombrado jefe del Segundo Batallón de Operaciones Especiales de la Segunda Brigada de Policía Militar. Cuando estaba al frente de esta unidad, fue ascendido a coronel.
En noviembre de 1992 llegó a Badiraguato para hacerse cargo de la subjefatura del Estado Mayor de la Fuerza de Tarea Marte XXI.
Dicho operativo dio comienzo en 1987, implementado por el gobierno federal tras el fracaso que representó la operación Cóndor en los años 70 y principios de los 80.
Sin embargo, la Fuerza de Tarea Marte fue menos maquiavélica con los pobladores de los altos de Sinaloa y Durango.
Desde entonces, Gurrola Ramírez nunca dejó el mando de los batallones de Operaciones Especiales.
En 1997, siendo secretario de la Defensa el general …. Fue asignado como secretario particular adjunto al Alto Mando, para más tarde ser enviado como jefe del Estado Mayor en el área de Marquez de Comillas en el corazón de la selva lacandona, en el tiempo en que el conflicto zapatista ya estaba controlado por la milicia.
Al marcharse de Chiapas, fue puesto a cargo de la Primera Brigada Blindada.
Al generalato
Al alcanzar por fin el grado de general Brigadier Diplomado de Estado Mayor en 1999, Gurrola Ramírez era jefe del Quinto Regimiento Blindado de Reconocimiento.
Fue en esa época en que realizó el curso de Mando Superior y Seguridad Nacional en el Centro Superiores Navales de la Armada de México.
Ello le dio mejores credenciales como “gafe”. Ya para el 2000, siendo Vicente Fox presidente de la República, Felipe Gurrola fue director de la Escuela de Blindaje y comandante del Noveno Regimiento Blindado de Reconocimiento.
Al ascender a general de Brigada en noviembre del 2003, a los 47 años, el general de la Sierra Madre era comandante de la Primera Brigada de Fuerzas Especiales.
En octubre de 2002 fue notificado su ingreso a la Legión de Honor del Ejército.
Carácter sereno
El general Sergio Ayón Rodríguez, siendo comandante de la 25 Zona Militar, describió a Gurrola como un general de carácter sereno, que cumple con eficiencia las misiones que se le asignan, de amplia cultura general, casado y de situación familiar estable.
El general Manuel Eliezer Castro Gómez le observó que es afecto a las reuniones sociales, y que viste con elegancia el uniforme militar.
Su expediente sólo se vio empañado porque el 16 de julio de 1998 tuvo 15 días de arresto, y un año más tarde le dieron una semana. En el 2000, otra vez estuvo arrestado dos semanas.
Desde hace por lo menos un par de años, Pedro Gurrola Ramírez anda por las serranías del Triángulo Dorado.
Los elementos de la Fuerzas Especiales que cayeron como avispas una noche de julio del 2011 en el ejido El Melón, sindicatura de Quilá, los cuales iban por Joaquín “el Chapo” Guzmán, es probable que estuvieran al mando de Gurrola, después de todo salieron de Badiraguato, en donde está asignado el general.
Martín Durán/La Pared
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