Culiacán, Sin.-Como “sembradores y jornaleros” de la comunidad de La Tembladora del Derrumbe, Canelas, Durango, fueron identificados por sus familiares los jóvenes acribillados a balazos cuando circulaban sobre la Calzada Heorico Colegio Militar, en la colonia Sinaloa.
Sin embargo, la Procuraduría General de Justicia reveló que Cipriano García Sicairos, de 30 años, quien era el conductor de la unidad baleada, había sido detenido por elementos del Ejército Mexicano en octubre de 2011 portando una pistola .9 milímetros en el interior de un hotel ubicado por el buelvar Gabriel Leyva Solano.
Según el comunicado de la PGR 4470/2011, Cipriano García fue capturaro en compañía de Daniel Cháidez Meza, quien es hermano de Manuel Cháidez Meza, joven de 24 años que murió este domingo en el atentado. Consignados por la PGR a los jueces federales, se desconoce el motivo por el cual fueron liberados.
Sobre el oficio de jornaleros, el procurador de Justicia Marco Antonio Higuera Gómez dijo que aunque la familia declaró que se dedicaban a sembrar, será la institución la que investigue.
“Normalmente las personas dicen que se dedican a una situación en particular, pero nos corresponde a nosotros investigarlo, ellos dicen que se dedican a la siembra, que son jornaleros, y ya la colaboración con el estado de Durango tiene por objeto que se profundice en la investigación por el tipo de zona de donde son y a donde hicieron referencia a que investigáramos”, comentó el conferencia de prensa el fiscal.
Las otras víctimas identificadas son Jesús Alejandro Olivas García, de 13 años (era sobrino de Cipriano), Alejandro Cháidez Niebla, también menor, lo mismo que Uriel García Sicairos y Humberto García Quintana, quien falleció en el hospital.
Sobre Cipriano, quien al parecer era por el que iban, el procurador detalló que fue privado de su libertad por los hombres armados que atacaron la camioneta.
La camioneta es un Mercedes Benz color negra, a nombre de Gabriel Navarrete Hernández, con domicilio en Mazatlán, Sinaloa, la cual contaba con reporte de robo del día 24 de enero del 2012, dicha denuncia se presentó en Culiacán.
Al ser cuestionado sobre si las víctimas estaban vinculadas con el cártel de Sinaloa, Higuera Gómez manifestó que dentro de la averiguación no tienen ningún dato que establezca dicha relación.
Detalló que de acuerdo a las primeras diligencias y videocámaras de vigilancia se estableció que los agresores dispararon desde un vehículo del que no precisó detalles.
Abundó que los gatilleros les venían disparando desde 80 metros atrás. La camioneta Mercedes recibió 57 tiros de ‘cuerno de chivo’. Fueron levantados como evidencia 13 casquillos percutidos para este fusil y una bala.
Venían a una boda a Culiacán
Las primeras investigaciones señalan, según informó Higuera Gómez, que los ahora occisos venían de Canelas a Culiacán a una boda.
“Llegaron el viernes 22 de mayo y se quedaron con un familiar porque venían a una boda realizada el sábado”, indicó.
Una de las posibles líneas que han trazado se dirige precisamente a Canelas, de donde las víctimas son originarias. Un familiar comenzó que de allá pudiera surgir la relación con el múltiple homicidio.
Por otro lado, el general retirado, Moisés Melo García, coordinador de Seguridad, manifestó que Canelas queda por lo menos a ocho horas de camino.
“Son gente que no habitan en Sinaloa; fue una acción que ya venía focalizada, no fueron personas de la comunidad (las víctimas), afectan porque vinieron desgraciadamente a un evento y aquí fallecen”, aseveró el general.
Sembraban amapola y mariguana
Al respecto, una fuente consultada del Ejército refirió que Cipriano García Sicairos se dedicaba a la siembra de enervantes y desde hace tiempo la Sedena lo tenía ubicado.
Sobre la detención en 2011 dijo que fue ahí donde el Ejército comenzó a seguirle la pista.
El viernes pasado, un sospechoso irrumpió en la primaria donde estudiaba uno de los menores victimados y le dijo: “Tu tío va a valer v…”, según indicó a La Pared un empleado de dicho plantel. Sin embargo, no hay reportes oficiales de este indicente, salvo el testimonio de uno de los trabajadores de la institución.
Contrario a la versión de la PGJE personas cercanas a las víctimas refieren que los menores residían en la capital del estado, inclusive el domicilio estaba a la vuelta de donde fueron asesinados.
Martín Durán y Cynthia Valdez/La Pared